sábado, 15 de septiembre de 2007

Qué testimonios no cristianos afirman seriamente que Jesus existió?

Supongamos que nos creemos el Nuevo Testamento. Cristo habría nacido durante el reinado del rey judio Herodes Agripa y habría muerto ya cuando la región pertenecía al imperio Romano, durante el reinado de Tiberio y con el procurador Poncio Pilato. Pero históricamente hablando hay muy pocas referencias sobre la existencia de alguien llamado Cristo que no hayan sido escritas o editadas por autores cristianos. Increíble para ser alguien supuestamente tan famoso, en Judea.

Las únicas citas fuera de los testamentos son tres. La de Suetonio, en su Divus Claudius, donde nombra a un tal Chrestus como rebelde judío durante el reinado de Claudio (y no durante el de Tiberio).

La de Publio Cornelio Tacito veinte años más tarde, que en sus Anales sitúa a Christus en el reinado de Tiberio.

"Cristo había sido ejecutado en el reinado de Tiberio por el procurador Poncio Pilato; la execrable superstición, momentáneamente reprimida, irrumpía de nuevo, no sólo en Judea, origen del mal, sino también por la Ciudad (de Roma), lugar en el que de todas partes confluyen y donde se celebran toda clase de atrocidades y vergüenzas."

Pero el conocimiento del cristianismo por Tacito provenía de referencias de cristianos de la época y no proporciona prueba independiente.

Y por último la referencia de Flavio Josefo en su “Antiguedad Judía”, que dedica un párrafo a Jesucristo.

"Apareció en este tiempo Jesús, un hombre sabio. Fue autor de hechos sorprendentes; maestro de personas que reciben la verdad con placer. Muchos, tanto judíos como griegos, le siguieron. Él era el Messiah. Algunos de nuestros hombres más eminentes le acusaron ante Pilato. Este lo condenó a la cruz. Sin embargo, quienes antes lo habían amado, no dejaron de quererlo. Y hasta hoy, la tribu de los cristianos, que le debe este nombre, no ha desaparecido."

Esta referencia es la que usan todos los estudios cristianos como “piedra de toque” en sus afirmaciones de la existencia probada de Jesucristo. Pero estudios recientes indican que Flavio Josefo transcribió un manuscrito cristiano de la época y por lo tanto no describió un hecho de primera mano. Otros críticos dicen directamente que este párrafo no es auténtico. Fue insertado en el libro de Josephus por un copista cristiano porque de hecho es hasta una confesión de fe cristiana, probablemente en el tercer o cuarto siglo.
Esto nos deja con una apabullante ausencia de datos históricos sobre Jesucristo, muchos menos que de personajes insignificantes de la misma época. No aparece citado ni por Plutarco, ni por Seneca.

Fernando de Orbaneja autor del texto "Lo que oculta la Iglesia", Espasa-Calpe, colección booket, Madrid, 2006, p. 117 afirma: “De Jesús no existe un solo dato histórico. Séneca, que sentía curiosidad por todo, en especial por lo hebreo, no lo nombra, y en aquella época estaba en Egipto. Plutarco, muy aficionado a todo lo religioso, tampoco lo menciona. Los historiadores contemporáneos, tanto los judíos como los romanos no dan la menor noticia de su existencia. Flavio Josefo, que narró meticulosamente todo lo que pasaba su patria, menciona a un Jeschua, que predicaba el inminente fin de los tiempos, que fue flagelado y luego liberado por considérasele un pobre hombre enajenado. Tampoco lo menciona Justo de Tiberiades. Las primeras referencias, vagas y breves, son de Tácito y de Plinio, en el siglo II, y no hablan de Jesús, sino de Cristo, cuya leyenda ya estaba en marcha”.